Salud integral y belleza en movimiento son la esencia de nuestra naturaleza desde el vientre de mamá, el nacimiento, la juventud y la vejez, características que vamos perdiendo en la carrera contra el tiempo que nos impone la llamada “Civilización”, así como las montañas y los polos son corroídos por las lluvias huracanadas y el sol candente que el mismo hombre ha propiciado en los cambios climatológicos, la oxidación corroe el cuerpo por los insanos hábitos alimenticios, la contaminación y el sedentarismo en el que vivimos hoy en día. La OMS define la salud integral como un estado completo de bienestar físico, mental, espiritual, emocional, y social, y no solo la ausencia de enfermedad. El propio concepto oficial de la Organización Mundial de la Salud, nos indica que para alcanzar este equilibrio corporal es necesario ir a las causas diversas que desestabilizan la estructura orgánica y funcional de las células, los órganos y los sistemas que forman el cuerpo humano, pero, ¿Cómo lograr este estado de salud integral? Si hoy día es “normal”, meter al cuerpo metales pesados, químicos y tóxicos artificiales en la manufactura de las bebidas, los alimentos y las medicinas sintéticas, sustancias innaturales que el metabolismo celular no puede procesar o eliminar debido a que no son biológicamente degradables.
¿Sí Usted quiere malograr su fábrica de sonrisas en la esfera trina del ser? Aliméntese con bebidas y comidas refinadas o artificiales, llene su cuerpo de contaminantes, péguele sistemáticamente a su sistema inmune y no repare daños, verá como irá reduciendo a escombros su innata gentil belleza encantadora con la que nació, ante el estrés, el enfado, la irascibilidad, el pesimismo, el insomnio, la falta de energía y la enfermedad.
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