PROGRAMA
ANUAL DE PREVENCIÓN Y REGENERACIÓN CELULAR
La
regla de oro en medicina es evitar enfermarse. La salud se incuba, se gesta y
se produce en un medio celular saneado, por el contrario la enfermedad se
desarrolla en un medio celular contaminado. Los primeros datos que nos indican
pérdida de la salud están relacionados un pH tendiente a la acidez y bajos
niveles de oxigenación, que se relacionan con baja energía,
problemas del sueño, de cierto
grado de ansiedad, de concentración y sistema inmune a la baja.
Si se
mantienen estas características adversas por tiempo prolongado serán suficientes
razones para ir afectando el capital biológico de reserva celular, en ocasiones
a grados extremos de minar sus saldos orgánicos, sucesos que invariablemente
relacionan al organismo con el envejecimiento prematuro, las enfermedades
crónicas y degenerativas, pero sobre todo con la modificación del ADN y el
flagelo del cáncer. Uno de los objetivos es conservar la expresión original de
los genes, lo que sería equivalente a conservar la salud o ir por una vejez
digna, es decir…, morir de viejos con calidad de vida. Todo tiene relación con los hábitos y el
estilo de vida del paciente. No conservar los recursos naturales celulares
afinados representa, al cabo de algún tiempo, afectar la organización biológica
y desorganizar la memoria e inteligencia celular, desordenes orgánicos que le
dan entrada al fenómeno de la enfermedad. Sé que si nos mantenemos libres de
metales pesados, químicos, toxinas, radicales libres y de la oxidación
innecesaria, tendríamos un envejecimiento ideal con calidad de vida. “La oxidación necesaria” es algo así
como cuando barremos la casa todos los días, porque todos los días la ocupamos
y se ensucia. Nuestros mecanismos naturales de anti-oxidación limpian las
células, los tejidos y los órganos de la basura necesaria que a diario
producen. “La oxidación
innecesaria” es ocupar la casa por un mes, un año, o toda la vida y no
barrerla: se le suma la basura, los gérmenes y la contaminación. Es la casa de
nuestro cuerpo a la que se le acumula el colesterol, los triglicéridos, los
metales pesados, los químicos, las toxinas y la oxidación. Es por demás comentar, pero le
invertimos todo nuestro potencial a los bienes materiales de todo tipo: a la
salud del coche le sumamos sus cambios de aceite; afinaciones, pintura,
reparaciones, etc. Es paradójico, pero
si adquirimos un auto que requiere gasolina sin plomo se la ponemos, seguimos
el instructivo al pie de la letra. ¡No sea que le dé tos!, de hecho si no lo
hacemos se contamina y sí les da…, nos interesa sacar el plomo del coche, pero no de nuestro cuerpo en
donde hace estragos. En este punto valdría la pena hacer la siguiente
reflexión: los bienes materiales sin salud son nada, invierta parte de su
tiempo y dinero en producir salud, mantenerse sano es la más excepcional
inversión que pueda hacer para su beneficio en toda su vida. No espere a enfermarse y peor si hace caso
omiso…, más tarde no le alcanzará ni el tiempo ni el dinero para recuperar la
salud perdida. Es cierto que no traemos instructivo anexo al nacer, pero
también es cierto que biológicamente estamos programados para vivir entre 120 y
130 años.
Es un programa diseñado por él Dr.
Guadalupe Chávez Torres, que se sostiene en los siguientes pilares:
1.- Primero no hacer daño.
2.- Sistema de alimentación orgánico.
3.- Eliminar del cuerpo metales pesados, químicos,
toxinas, radicales libres, oxidación, colesterol y triglicéridos.
4.- Regenerar los tejidos celulares del organismo.
A continuación describiré
cada uno de los métodos y sistema utilizados en el presente plan anual de prevención
y regeneración celular…
Primero no hacer
daño
Primero no hacer daño, “Primum non nocere”, frase célebre
de Hipócrates, considerado el padre de la medicina. Eslogan vigente hoy en día
que los médicos juramos cumplir y hacerlo cumplir ante Dios y el hombre. Todos
los médicos aceptamos esta referencia como una verdad en nuestras respectivas
graduaciones, en que hacemos solemnemente “El Juramento Hipocrático”, por lo
tanto los médicos tenemos el deber y la obligación de promover lo que hace bien
al paciente. Resulta paradójico que una profesión que tiene por objetivo hacer
el bien, termine haciendo un mal. El programa anual preventivo de regeneración
celular prevé, evitar las sustancias químicas que se requieren en el proceso de
elaboración de derivados moleculares en la factura de la medicina sintética, el
metabolismo celular no está diseñado biológicamente para eliminar estos
inorgánicos del cuerpo, que restan Saldos Orgánicos al Capital Biológico de
Reserva Celular del que aún disponen nuestros pacientes. La única defensa que tenemos ante esta
circunstancia es estar informados, y saber que la ciencia médica ha aportado
opciones orgánico-biológicas científicas que garantizan el cumplimiento del
slogan Hipocrático “Primero no hacer daño”.
Sistema de
alimentación orgánico
Habiendo
explorado las necesidades nutricionales en el terreno de las zonas nativas o
serranas y las correspondientes a las pobladas o ciudades en diversas partes
del mundo, me ha quedado claro un principio: los alimentos que se consumen en
las zonas nativas o serranas tienen un origen biológico, ya que se cultivan con
abonos naturales como el agua, la tierra y el sol, mientras que en las grandes
urbes, la tecnología aplicada al servicio de la industria alimentaria produce
una gran cantidad de alimentos y bebidas artificiales, que en su procesamiento
utiliza sustancias químicas con características extremas de acidez y/o alcalinidad
que afectan el Ph natural de los alimentos, de la misma forma en su elaboración
son utilizados químicos como ferrocianuro sódico, tiosulfato de sodio, ácido
fosfórico, sosa cáustica, aluminio, o algunos derivados del petróleo como el
hexano. La necesidad urgente de producir alimentos a gran
escala dio origen a que se fueron desarrollando sistemas con químicos para
abonar la tierra, pesticidas para matar la hierba y hormonales para hacer
crecer la producción. En esas condiciones se dio inicio al desarrollo de una
nueva tecnología llamada “Industria alimentaria”, respecto a la producción de
alimentos en el campo, posteriormente encontraron en el laboratorio la forma de
hacerlos más duraderos y agradables al paladar despojándolos de sus propiedades
orgánicas, les agregaron conservadores y saborizantes artificiales. De esta
forma hemos sido obligados en los últimos cien años a comer alimentos refinados
o sintéticos como la sal, azúcar, harinas y aceites alterados que el día de hoy
componen la dieta del hombre moderno. La tecnología produce una gran cantidad
de alimentos y bebidas falsas, el bajo costo de producción y las altas
utilidades que generan son las reglas. ¡La salud es lo de menos cuando el
dinero es lo demás! ¿O será que en la economía de las finanzas los alimentos
naturales no son negocio? En ninguna época
anterior a la nuestra existió cultura alguna que consumiera alimentos
procesados o refinados como la sal, el azúcar, las harinas, las grasas y las
carnes alteradas con productos transgénicos engordantes. Actualmente componen
la dieta estándar del hombre moderno: pesticidas, herbicidas, plaguicidas,
insecticidas, fungicidas y hormonales, presentes en los alimentos que se producen en el campo. Ya en laboratorio
les agregan algunos metales pesados y químicos de toda índole, como
conservadores, edulcorantes, saborizantes, colorantes, adictivos, etc., etc.
Todas sustancias inorgánicas sumamente reactivas, tóxicos que se van acumulando
en los tejidos celulares del organismo, debido a que no pueden ser degradados
por la biología del cuerpo humano. Todo se fundamenta en un factor común
denominador, la obesidad: los tóxicos son encapsulados con grasa y agua, para
finalmente traducirse en sobrepeso y posteriormente en enfermedades crónicas de
distinta naturaleza. Evite caer en
esta circunstancia.
Eliminar del
cuerpo metales pesados, químicos, toxinas, radicales libres, oxidación,
colesterol y triglicéridos.
La única forma científica que existe de
eliminar los metales pesados del organismo es mediante el sistema conocido como
Quelación, así denominado por su creador, el Dr. Alfred Werner en su Teoría de
los Quelatos que dio a conocer al mundo en el año de 1893. Veinte años más
tarde demostró en laboratorio que era factible eliminarlos de la sangre y los
tejidos corporales, por lo que fue galardonado con el Premio Nobel en Medicina
el año de 1913. La quelación es un método que consiste en suministrar el
aminoácido denominado EDTA (Ácido Etilen Diamino Tetracético), probado
científicamente en su eficacia para eliminar del organismo: metales pesados,
colesterol, triglicéridos, calcio anómalo, algunos excesos de sal y derivados
lácteos y cárnicos que se cristalizan y depositan en riñones, vesícula y
articulaciones, el fenómeno de la glicación, químicos, toxinas, radicales
libres y procesos oxidativos, que en grado extremo se acumulan e inhiben los
procesos enzimáticos basales, la peroxidación de los lípidos y la adhesividad
plaquetaria. La quelación, como
ninguna otra terapia, ofrece en un solo proceso una serie de efectos claves,
que la convierten en el proyecto de salud más trascendental que pueda
emprenderse, para prevenir enfermedades o mejorar la calidad de vida de los
enfermos crónicos. A mi juicio es, con la célula madre embrionaria, el método
más exitoso para prevenir y tratar enfermedades crónicas, rejuvenecer,
lentificar el envejecimiento y programarse para vivir más años con calidad de
vida. Se encuentra indicada en intoxicación por metales pesados:
arterioesclerosis, trombosis, angina de pecho, posinfarto, placa arterial,
estasis circulatoria, hígado graso, artritis, diabetes tipo II, presión
arterial alta, cáncer, etcétera. La quelación es la única forma que existe de
tratar el fenómeno bioquímico de la arterioesclerosis, está dirigida a
restablecer la salud del sistema arterial en forma integral. Una vez
perfeccionado el sistema de la quelación en la Asociación de Médicos Queladores
de los EE. UU. (ACAM), llevaron un registro de 600 mil pacientes del año 1980 a
1990, les aplicaron 6 millones de dosis, no hubo efectos adversos relevantes ni
muertes. De ese estudio se derivó la frase “Representa más riesgo tomar una
aspirina que una quelación”. En mi práctica médica efectivamente he comprobado
que carece de efectos secundarios aplicada correctamente. He dicho aplicada
correctamente, en exceso cualquier sustancia es dañina incluyendo los
alimentos”. El plomo es el metal pesado más abundante y
extendido en la naturaleza y también el más usado en la industria en general.
Ejemplos: gasolina; pinturas, lápices, utensilios de cocina, alimentos, etc.
Por lo tanto es el metal pesado con mayores índices de acumulación en los
tejidos del cuerpo humano, produce trillones de radicales libres, es sumamente
reactivo igual que todos los metales pesados. El mercurio (50% de las
amalgamas son mercurio) es nefrotóxico, neurotóxico, etcétera. El aluminio (en
la industria alimentaria) no falta en la azúcar refinada, la sal refinada, las
harinas refinadas, las latas de aluminio y hasta en las tortillas. Se ha
encontrado en procesos degenerativos cerebrales como Parkinson y
Alzheimer. El cadmio es desecho del
producto de la hulla de la quema del cigarrillo, causante directo del cáncer de
pulmón. El arsénico (en los
pesticidas, herbicidas, fungicidas) causa alteraciones metabólicas, por lo que
se ha relacionado seriamente con daños al ADN y cáncer de piel, pulmón, hígado,
linfa; puede afectar médula ósea y ciclos hormonales.
¿Cómo
regenerar las células del cuerpo humano
A continuación
detallaré la forma más efectiva de “cómo regenerar los tejidos del cuerpo
humano, mediante el sistema conocido como Terapia Celular. La teoría detrás del desarrollo científico de la Terapia Celular
fue escrita por Paracelso, médico del siglo XVI que escribió: “El corazón cura al corazón, pulmón a
pulmón sana, bazo a bazo sana, semejante cura lo semejante”. Aristóteles y
Plinio, antes de la Era Cristiana, ya hablaban de la acción curativa de
extractos de órganos. Voronoff, cirujano ruso, adquirió fama implantando
testículos de mono a los varones sexualmente débiles con excelentes resultados. El Premio Nobel 1912, Alexis Carrel,
demostró científicamente la efectividad de la Terapia Celular. Durante 27 años
mantuvo un corazón de pollo latiendo dentro de un recipiente con suero
fisiológico, al que le agregaban diariamente fluidos filtrados de corazón de
pollo desde 1912 hasta 1939, Carrel demostró por primera vez que un órgano que
va envejeciendo recobra su vigor si se le agrega el extracto de otro órgano
similar. La Terapia Celular tomó forma en el año de 1931, cuando el Dr. Paul
Niehans trató una paciente que convulsionaba por contracturas o tetanias,
debido a que en una cirugía de tiroides le habían extraído por error las
glándulas paratiroides. Regularmente implantaba colgajos de tejidos o las
glándulas completas desde 1925, pero en este caso se le agotó el tiempo de vida
a la paciente, quien estaba a punto de morir, razón por la que ante la urgencia
trituró la glándula, la disolvió en solución fisiológica y la inyectó.
¡Sorpresa!, se eliminaron las convulsiones y la paciente vivió 30 años más,
algo que sorprendió al propio Dr. Niehans quien honestamente dijo no haber
esperado ese espectacular resultado. Allí nace la Terapia Celular como se
conoce y aplica actualmente, desde luego llevó unos años más perfeccionarla.
Este hecho llevo gradualmente a Niehans a abandonar los implantes quirúrgicos
de tejidos en partes o completos, para hacerlo solo disueltos en
inyecciones. En el año de 1937,
junto con el neurocirujano Cushing, implantó por primera vez células cerebrales
de hipotálamo e hipófisis. En 1948, amplió el sistema terapéutico con hígado,
páncreas, riñón, corazón, pulmón, bazo, intestino, timo, etcétera. En
el año de 1949 le aplicó células al Papa Pio XII, su fama se extendió por todo
el mundo por la magnitud de sus resultados. Se convirtió en el médico de los
reyes, virreyes, presidentes y actores de Hollywood como Charles Chaplin de
quien su hija puso una estatua en el jardín de su clínica en la Ciudad de
Vevey, Suiza. En este caso podría
definir la Terapia Celular como el implante por inyección, de tejidos de origen
embrionario diluidos en una suspensión de solución fisiológica. Las células
madre contenidas en el tejido embrionario del cuerpo donador terminan
desarrollándose en el cuerpo receptor, tal como fueron diseñadas por la
naturaleza, cada célula contiene un banco de información en su código genético
integrado a múltiples funciones con un objetivo grabado inmodificable de
reparación y trascendencia del que se puede ser benefactor. Todo este potencial
es posible transmitirlo a órganos iguales y tejidos complementarios con el fin de
hacer sinergia y lograr un producto final valioso. Las células madre
embrionarias del donador (bovino) y las del receptor (humano) tienen la misma
estructura y función por lo que son perfectamente compatibles. En este sentido
no es necesario que los implantes sean de la misma especie a la especie
homóloga, todas las células de origen animal (incluyendo las humanas) están
formadas con el mismo plan básico, por lo que la Terapia Celular no hace
diferencia trasplantando células de humano a humano según han demostrado los
científicos. Esto que parece ser una maravilla lo es, no dejo de asombrarme
cómo es que el sistema inmunológico del cuerpo receptor (humano), reconoce como
propias las células implantadas del cuerpo donador (bovino), mediante una
sensibilidad específica y lejos de rechazarlas las identifica, acepta y
distribuye puntualmente sin margen de error, de tal forma que las células madre
de hígado del donador (bovino) implantadas en el abdomen del receptor (humano),
son transportadas por el propio sistema inmune al hígado del beneficiario y así
sucesivamente de riñón a riñón, corazón a corazón, pulmón a pulmón, cerebro a
cerebro, etcétera. Las células
madre embrionarias implantadas y sanas penetran los órganos envejecidos o
desgastados afines a los que reactivan, retomando sus funciones biológicas para
las que fueron programadas, esto fue comprobado científicamente por el Dr.
Stein, quien marcó las células con isótopos radioactivos inyectándolas en las
ovejas preñadas que pasaron al feto sin hacerle daño, igual lo hizo en otros
animales mediante un Contador Geiger, siguió la dirección que tomaba la célula
y descubrió que en todos los casos las células procedentes de un órgano
específico del donante, terminaban en el mismo órgano específico del receptor
de distinta especie, (vertebrado a vertebrado). Desde el año de 1949 en que se dio a conocer al
mundo la Terapia Celular debido a que fue tratado el Papa Pio XII con
excelentes resultados, ha sido practicada por miles de médicos seguidores del
Dr. Paul Niehans. En el año de 1958 se fundó la Asociación Internacional de
Investigación de la Terapia Celular, en Frankfurt, Alemania, reconocida
plenamente por la Organización Mundial de la Salud. A la fecha existen
alrededor de 1000 publicaciones científicas e infinidad de tesinas que la
respaldan, escritas principalmente en alemán, francés e inglés. Los tratamientos y publicaciones de la
Terapia Celular han sido autorizados y reconocidos por autoridades de salud de
países de altas exigencias y ética médica como Suiza, Francia y Alemania, en
donde incluso en algunos casos los seguros cubren su pago por gastos médicos.
Quienes la niegan o rechazan es porque la ignoran, no es el límite de la
ciencia es el límite del confort en que se encuentra el hombre, desde donde es
más cómodo rechazarla o condenarla que leer e informarse, aunque hay quienes
son sinceros y dicen que no pueden opinar al respecto sobre algo que no
conocen. Al correr los años 50 se
despertó un interés en la comunidad médica internacional, respecto a los
resultados siempre superiores de la Terapia Celular que el Dr. Niehans obtenía
en su “Clínica La Prairie”, en Monteaux, Suiza, en relación con otros métodos y
sistemas de salud, lo que llevó a más
de 40 profesores a investigar en diferentes áreas de la medicina, tratando de
encontrar una explicación científica del porqué de los resultados espectaculares de la Terapia Celular. El Dr. Paul Weiss, investigador del Instituto
Rockefeller de Nueva York en los EE. UU, concluyó que las células entre los animales
vertebrados incluyendo al hombre, están diseñados biológicamente por su propia
naturaleza con el mismo plan básico y más aún, que los tejidos orgánicos están
capacitados intrínsecamente para auto-regenerarse o repararse entre sí,
aplicándoles células madre embrionarias afines u homólogas, siempre y cuando
exista en alguna medida la estructura anatómica y funcional de las células
receptoras. Ejemplo: células madre embrionarias de riñón de bovino al riñón
receptor de humano y así sucesivamente. De hecho la diferencia cromosómica
estructural y funcional entre un ratón y el hombre es del 1%, razón por la que
estos animales son usados en laboratorio para realizar estudios científicos
aplicables al hombre. Lo mismo ocurre con el resto de los vertebrados, como los
gatos, los perros, los cerdos, los borregos, las vacas, etc. ¿Si usted se
pregunta del por qué no se hacen estos estudios de laboratorio en animales más
grandes? La respuesta es por su complicada manipulación, pero el plan básico de
la sabia naturaleza es el mismo. ¡Cuánta razón tenía el Dr. Paul Niehans! Quien
iba a pensar que a principios del siglo XXI sus aportes a la ciencia
continuarían dando frutos. En
relación con este tema, el 12 de febrero del año 2001 se publicó en la revista
“Nature Science” el mapa del genoma humano desarrollado por Francis Collins y
Craig Venter. El 09 de diciembre del año 2002 la misma revista publica el mapa
del genoma del ratón. Ambas investigaciones encontraron que 30 mil genes
componen el mapa del genoma del humano y 30 mil genes componen el mapa del
genoma del ratón. “Hemos desarrollado el libro de la vida del ratón”, declaró
la Dra. Jane Rogers, del Wellcome Trust Sanger Institute, una de las
principales autoras de este trabajo. La diferencia entre uno y otro animal genómico
corresponde al 1%, lo que equivale a solo 300 genes desiguales de un total de
30 mil genes, es decir 29 mil 700 genes son análogos, por lo que nuestro ADN
con el de los ratones es casi idéntico aun teniendo distinto origen evolutivo.
Los científicos han comprobado que respecto al ADN, el 1% es lo que nos hace
diferentes con el resto de los vertebrados. Esta es la razón científica medular
que nos explica el fundamento del por qué podemos aplicar células madre
embrionarias de animales vertebrados a humanos, con todo el beneficio que esto
conlleva sin el temor de sufrir rechazo debido a que en los tejidos
embrionarios no se ha desarrollado el sistema inmunológico, a este sistema
terapéutico el Dr. Paul Niehans lo llamó Terapia Celular. Si usted quiere saber
más de este tema consulte la página web: www.ensembl.org. Entre las células de otros vertebrados factibles como los cerdos o
borregos, las de bovino son las más potentes por ciertas características no
casuales que las relaciona con la especie humana: su periodo de gestación
equivale a 40 semanas igual que el humano, tienen 46 cromosomas en su
estructura genética igual que el humano, el sexo lo determina el macho igual
que el varón en el humano y su periodo de réplica entre una célula y otra se
acerca más a los años que vive el humano. Las células madre embrionarias “vivas” de
bovino son las más útiles en humanos, debido a que no han sido modificadas en
la esencia de su naturaleza, por lo que cuentan en su estructura genética con
todas las características originales con que fueron creadas, incluyendo las
enzimas y coenzimas, que les dan un plus en su efectividad a la hora de ver
resultados comparados con las células madre embrionarias liofilizadas. Estas
últimas pierden en el proceso de liofilización las enzimas y las coenzimas,
sustancias infaltables en los tejidos que sirven para optimizar el
funcionamiento orgánico del metabolismo basal. Desde luego no estoy demeritando
el uso de las células liofilizadas, las que también dan resultados muy por
encima de los estándares tradicionales. Sus ventajas en contra de la “vivas”,
no son en mayor efectividad, sino en otros aspectos relativos a que su
conservación y transportación se hace al medio ambiente y resulta muy práctica,
otra característica es que no caducan a corto plazo su aplicación es muy
sencilla. A diferencia de las células “vivas”, en que es necesario contar con
una preparación médica más especializada, que se deben conservar congeladas a
menos 70°C en nitrógeno líquido y que caducan a los 6 meses después de su
extracción y congelación instantánea. Su efectividad dura entre uno y cinco
años en términos generales una vez aplicadas las células madre “vivas” en el
organismo receptor. Respecto
al paciente, después de haber pasado por el Sistema de Alimentación orgánico y
la eliminación de los tóxicos previamente descritos mediante el sistema de la
Quelación, “el nicho celular” está preparado para ser reparado. Consiste
en la aplicación de células madre embrionarias de origen bovino “vivas”,
obtenidas bajo el sistema médico-científico que perfeccionó el Dr. Paul Niehans
a partir de los años 30´s. Los trabajos del Dr. Niehans abrieron la puerta a
otros investigadores a continuar estudiando sobre sus observaciones en un campo
nuevo de la medicina. Burnet y
Medawart obtuvieron el Premio Nobel en 1960, por haber demostrado que el
sistema inmune no se ha desarrollado en embriones no nacidos. El Dr. Niehans
fue un adelantado a su época, 30 años antes había demostrado que las células
embrionarias de los animales vertebrados no nacidos incluyendo al hombre, podía
trasplantarlas de uno a otro animal sin riesgo de rechazo debido a que el
sistema inmunológico no se ha desarrollado en embriones no nacidos. El trabajo
rudo lo hizo el Dr. Niehans, el Nobel lo recibieron Burnet y Medawart. Es la explicación científica del por qué
se pueden implantar células madre embrionarias de un vertebrado a otro de
distinta especie, sin la posibilidad de haber rechazo y en otro sentido obtener
todos los beneficios que te da una célula madre embrionaria troncal o
totipotencial también conocida como indiferenciada, y de una célula madre
pluripotencial o de alta especialidad también conocida como diferenciada.
¡Atención!, hablo de células madre embrionarias de origen bovino que se
desarrollan biológicamente en la matriz de los mismos, no de células madre adultas
de origen humano reproducidas en laboratorio.
Ideal en
personas mayores de 30 años
Científicamente
está comprobado que empezamos a envejecer a los 26 años, pero sobre todo
pasando los 30´s, en que el proceso
de división y renovación celular se lentifica acentuándose después de los 40´s,
en que ya se ve claramente afectada la eficiencia, calidad y productividad de
las células nuevas que normalmente sustituyen a las células viejas que el organismo
va desechando. Este fenómeno celular contra reloj, va marcando un decaimiento
de los órganos del cual son parte, y consiguientemente explicando la presencia
del envejecimiento y las enfermedades crónico-degenerativas. Es por eso que
recomiendo iniciar este tipo de tratamientos en estas etapas de la vida. La
terapia celular es la técnica más efectiva con que se cuenta actualmente para
revitalizar, restaurar y reparar afecciones orgánicas, por hacerse con células
madre embrionarias que son las que dan origen a la vida, sus resultados son
nada comparables a los alcanzados con los tratamientos tradicionales en razón
de eficiencia. Es el mejor sistema para rejuvenecer y mantenerse siempre
activo, ideal para tratar personas que tienen una alta actividad en la vida
como los empresarios; los políticos, los artistas y los deportistas de alto
rendimiento, sin riesgo de doping por
tratarse de un sistema natural y libre de efectos secundarios o, simplemente,
quiere programarse para vivir más años con calidad de vida. Es la reina de
todas las terapias existentes por ser la más completa y efectiva en el arsenal
de la medicina moderna. Esto lo sabemos los médicos que hemos recibido los
beneficios de la Terapia Celular y quienes han pasado por esta opción de
tratamiento.
Atte. Dr. Guadalupe Chávez Torres.
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