Elimina los daños emocionales en forma sencilla, práctica, rápida y eficiente, “a través de la gracia del amor y el perdón”. Trata las enfermedades desde el origen de sus raíces emocionales y físicas, sin daños colaterales. Gestiona la reconciliación entre los padres, hermanos e hijos, “en el entendido que, sacarse el ADN de la sangre del clan familiar no es opción”. Transforma el enojo en alegría, la amargura en dulzura, el estrés en paz y el odio en amor. Sana el espíritu, el alma, la mente y las emociones como principio de toda cura física. Conecta la quietud del alma con la divinidad. La Medicina Orgánica encuentra en la felicidad el mejor antibiótico, el mejor antiinflamatorio, el mejor analgésico, la más potente endorfina, la mejor serotonina, la más potente melatonina, la mejor viagra. La Medicina Orgánica sostiene que, la enfermedad emocional que se presenta por falta de amor, se cura con amor, “no con fármacos”. La Medicina Orgánica se ejerce con consciencia y con amor y afirma que, si fuimos creados orgánicamente, nos curamos con Medicina Orgánica. La Medicina Orgánica es remedio infalible. Los objetivos de la Medicina Orgánica son: prevenir y tratar las enfermedades emocionales y físicas con métodos y sistemas que producen salud, “sin efectos secundarios”, y en los años postreros de la vida; tener una vejez socialmente responsable, activa y digna.

     La praxis del médico orgánico es para los profesionales de la salud, que coincidan y compartan nuestros principios, ideales, propósitos y objetivos, fundamentados en ejercer la Medicina Orgánica con consciencia y con amor. ¡LA MEDICINA  ORGÁNICA NO ES PARA TODOS!